El mosaico titulado “San Rafael Arcángel” presenta una imagen vibrante y detallada del arcángel. La técnica utilizada en esta obra es la del mosaico, que consiste en la colocación precisa de pequeñas piezas de cerámica, vidrio o piedra, conocidas como teselas, para formar una imagen amplia y cohesiva.
En términos de color, el mosaico exhibe una rica paleta que incluye tonos dorados, azules, verdes, rojos y marrones. Los colores están dispuestos de manera que realzan los detalles del rostro, vestimenta y alas del arcángel, creando una sensación de profundidad y movimiento. El uso del color no solo aporta belleza, sino que también simboliza aspectos espirituales y celestiales, con el dorado a menudo asociado con lo divino y el azul con la protección y la curación, características del arcángel Rafael.
El interés del mosaico radica en su habilidad para capturar las cualidades etéreas y protectoras del arcángel, utilizando una técnica tradicional que remonta a la antigüedad, pero con una ejecución que da vida y modernidad a la representación. Este tipo de obras es valioso tanto por su técnica artesanal como por su simbolismo religioso.