La imagen muestra una pequeña pieza de mosaico que representa el rostro de Jesús Nazareno de La Merced, un ícono religioso importante en La Antigua Guatemala. Esta miniatura impresiona por el detalle finamente trabajado en un formato tan reducido.
La técnica del mosaico utilizada aquí implica la disposición de pequeñas piezas coloridas de materiales como cerámica o vidrio para formar una imagen detallada. En esta representación, se han incorporado diversos colores, principalmente tonos terracota, verdes y marrones, que aportan una calidez y profundidad visual al rostro de Jesús. La cuidadosa disposición de los colores y las teselas (pequeñas piezas cuadradas del mosaico) permite capturar las expresiones y rasgos faciales de manera sorprendente.
Este tipo de trabajo en miniatura requiere una habilidad excepcional para lograr tal detalle en una escala tan reducida. Las teselas, aunque diminutas, se organizan meticulosamente para que, a cierta distancia, se fusionen visualmente y formen una imagen coherente. Además, al ser una pieza de devoción religiosa, también tiene un valor cultural significativo, conectando a la comunidad con su herencia espiritual y artística.

