La imagen titulada “Sagrada Familia” representa una escena icónica en la que se observa a tres figuras en un enfoque íntimo. El uso del óleo sobre tela permite una rica expresión de colores y detalles.
La composición utiliza tonos terrosos y cálidos que aportan una sensación de calma y espiritualidad. La figura central y el niño sostienen colores claros que resaltan sobre el fondo oscuro, creando un foco de atención natural hacia ellos. Los azules contrastantes añaden un toque de profundidad emocional.
El uso de la técnica pictórica se evidencia en las pinceladas visibles, que aportan textura y dinamismo a la escena. Este estilo proporciona una sensación de movimiento y vivacidad en las figuras representadas.
El interés artístico de esta obra radica en la capacidad del artista de capturar la serenidad y la unión familiar mediante el uso de contrastes tonales y compositivos.

