La imagen muestra un retrato en mosaico, una técnica artística que utiliza pequeñas piezas de material, como vidrio, piedra u otros, para crear una imagen detallada. En este mosaico se pueden apreciar colores vibrantes y contrastantes que comprenden principalmente tonos de rosa, morado, azul y blanco. Estos colores se entrelazan para formar una representación compleja y detallada de la persona retratada.
La técnica de mosaico requiere una cuidadosa colocación de cada pieza, conocida como tesela, para formar una imagen cohesionada. Este tipo de arte ha sido utilizado desde la antigüedad para decorar paredes y pavimentos, y continúa siendo una opción popular por su durabilidad y atractivo visual.
En el retrato, se observa un alto nivel de detalle que se logra mediante la variada gama de colores y la disposición cuidadosa de las teselas. El uso de luces y sombras permite lograr un efecto tridimensional que destaca las características faciales del sujeto. Esto es particularmente visible en las áreas de la barba y el cabello, donde se utiliza una combinación de colores claros y oscuros para dar profundidad y textura.

