La imagen representa un mosaico de la Virgen de Guadalupe, ubicado en una casa particular. Este mosaico está elaborado con pequeñas teselas, es un ejemplo de la técnica de mosaico tradicional, donde se utilizan pequeñas piezas para formar una imagen o patrón.
Los colores predominantes en este mosaico incluyen diferentes tonos de azul, amarillo, marrón, blanco, y negro. Estos colores no solo añaden profundidad y textura a la obra, sino que también son típicos en la iconografía de la Virgen de Guadalupe, evocando espiritualidad y devoción.
El trabajo detallado en las teselas refleja una dedicación artística y una técnica meticulosa, lo que hace de este mosaico una representación cuidada y reverente de la figura religiosa. La estructura abovedada en la que se encuentra el mosaico está decorada con motivos en relieve de hojas blancas, que enmarcan de manera elegante la figura de la Virgen, añadiendo al conjunto una sensación armoniosa y de paz.

